Presos
Es sorprendente mirarnos a los ojos
liarnos a la despedida
con esa otra forma que más afecta,
esa presencia constante
de no separarnos,
pero de nunca juntar las almas.
A veces el hambre del cuerpo
nos une, nos arrima al fuego,
a la carne, pero saciamos la soledad
de mas soledad.
La muerte nos adopta en su cáncer sutil
ese vientre que nos viste de cadáveres
de sombras,
advirtiendo la crueldad del tiempo
y la esperanza de no soñar más.
Anhelo
Que no quede ni el dolor
ni la angustia de la ausencia
ni aromas, sonidos o
el maullido de un pequeño eco
diciendo adiós.
Que el reloj no le importe este tiempo
y renuncie a su constante realidad
que seas solo y sólo en la nada
que es el ahora que divierte
el no sé qué, de ese algo que ignoras
(porque de allí estarías vivo)
pero no es así…
De que se trata este impulso de quietud?
suspendido en la carne sin voluntad
el frío de huesos sin alma,
añorando el recuerdo
que despojó la amnesia,
hundido en el olvido
sin la muerte como ayuda
y la vida como infierno.
A Destiempo
El turno del amor
nos llegó tarde
amor
ahora solos y nunca solos
amor
del turno sin turno
a distancia y realidad,
quizá esta hora no concuerde
en el tiempo y su verdad.
Aún los dados están en el aire
en el cortejo de la expectativa
no te preocupes amor, no es amor
no andes desnuda por ahí
delirando los silencios de hueso
a la intemperie del mundo
y sus crueldades de amor sin amor
es tarde aunque puede ser temprano
amor de amor, para el amor mismo
ausente de amor y preciso del mismo
amor….
y el verso se cae
y lastima el silencio
y estás ahí en palabra
vestida de cuerpo
inundando el espacio de mis sueños
con el sueño de vestirte de mi
inmersos de hueso y agua
despojándonos de todo
hasta de las verdades
y su fiel mentira
Coincidencia
«Y la mitad de la calle
fue el lugar exacto para nuestra desnudez
inmersos uno del otro
nos anduvimos las muertes,
los sueños
la ausencia, la sangre…
Algo nos ronda todavía
después de esa vida
quizás el hecho de haber nacido otra vez
o por el contrario
el no haber vuelto a nacer jamás»